El software libre hace posible el acceso a las nuevas tecnologías, convirtiéndola en un bien de uso público. Software libre “es aquel software con una licencia tal que garantiza la posibilidad de uso, de copia, de modificación y de distribución”, aclara Roberto Brenlla, presidente de Agasol (Asociación de Empresas Gallegas de Software Libre).
De cara a la formación, se convierte en una herramienta de aprendizaje para el alumnado: “permite que el alumno pueda descargar de Internet, o de cualquier otra ubicación, programas estándares de factor industriales, puedan ver códigos y puedan aprender a programar”, afirma Pedro Coca de Libresoft.
Para las empresas se convierte en una forma de colaboración y en una oportunidad de negocio, ya que “las empresas implementan nuevos modos de colaboración entre ellas, nuevos sistemas de intercambio de información e intercambio de información que es abierta por la naturaleza propia del software. Esto permite que se implanten modelos estrechos de colaboración y que el producto de los proyectos conjuntos tenga más potencia que cuando las empresas trabajan por separado”, matiza Pablo Gómez, presidente de Asolif (Federación de Asociaciones de Software libre).
El reto de futuro es ahora la concienciación e implementación del software libre en la administración pública, “por un ahorro económico, la garantía de la libertad por parte de los usuarios, la desaparición de la piratería, la generación de empleo de alta cualificación, y la independencia tecnológica frente al extranjero, concluye Roberto Brenlla.
