Todos corremos día a día detrás de alguna zanahoria… €$, fama, orgullo, stress, prisas. Vanidad a tope. Vamos al gimnasio para estar fuertes físicamente, al “coach” para ser los mas eficaces y eficientes de la OFI. Creamos nuestra burbuja para que lo que no esté a nuestro nivel no nos moleste ni nos estorbe. Pero, desde mi más modesta opinión, cuando la vida y sus circunstancias nos recuerdan la fragilidad efímera de nuestro ser… Es cuando a la mayoría, con conciencia o sin ella. O a pesar de ella, no nos queda mas remedio que reconocer la autentica valentía, y la reconfortante fortuna de aquellos que tienen el gran valor de emplear el tiempo de su vida para los demás.
Yo como los demás… corriendo detrás de alguna fugaz zanahoria.
Pero, como esto sí es planetario, no puedo evitar GRITAR:
Don Vicente Ferrer, con todo el cariño y la admiración del mundo:
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies